Todavía no sé manejar el blog y me puse a leer los pasos a seguir para desarrollarlo de manera personal. Acabo de darme cuenta que no tengo paciencia. Mentira. No me di cuenta recién, hace rato que lo vengo sabiendo pero no lo quería admitir. Sería como aceptar mi imperfección y eso mostraría una debilidad en mí. Cada vez que empiezo algo, me cuesta terminarlo. Me aburro rápido así que si lo que estoy leyendo, escuchando, haciendo (a excepción del trabajo o el estudio que eventualmente lo tengo que hacer y/o terminar) me está aburriendo, no puedo evitarlo y me pongo a hacer otra cosa.

Lo mismo me pasa con las relaciones amorosas por así decirlo, porque de amor no tienen nada… Me canso de salir con una persona muy rápido. No tengo constancia. Me aburro fácil. Soy como un niño cuando le regalan un juguete que le fascina los primeros días, quizás con suerte 1 mes pero si justo esa semana le regalan otro juguete, seguro dejo al primero tirado por algún rincón de la casa. Sigo siendo una niña y me gusta serlo, al menos todavía no siento que deba preocuparme por la edad. Sólo tuve dos relaciones que no me aburrieron y por lo menos llegué a durar 1 y 2 años… pero son casos raros en los que uno conoce a alguien y hay química desde el principio… sino terminas involucrándote con algún amigo con el que ya tenés confianza y se empiezan a ver con otros ojos. Me declaro culpable del delito cometido (necesitaba decirlo… típica frase de abogado principiante).
Ya me cansé de este tema… ya me aburrió de tan solo escribirlo. Sigo mañana o pasado, quién sabe.
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